miércoles, 12 de enero de 2011

La chica del bikini azul

Los quince días de vacaciones se nos pasaron volando.
Durante la noche, nos matábamos de risa con las boludeces que pasaban en Gran Hermano y durante el día disfrutábamos de la playa y aprovechábamos para broncearnos un poco.

En una de nuestras visitas a la playa, mientras estábamos tirados sobre una lona compitiendo con las morsas, tuve la tentación de darle una nalgada a C, de hecho, lo hice.
Él no me dijo nada en el momento, pero al llegar a casa surgió el dialogo:

-Usted me nalgueo en la playa, ¿Qué va a pensar la gente?
-Tenía que hacerlo, es mi forma de marcar territorio.
-Deja de mentir…
-Bueno, le voy a decir la verdad… había una chica mirándolo.
-¿En serio?
-Si, por eso tenía que mostrarle que usted es mío.
-Ah… ¿Y cómo era?
-No recuerdo, pero tenía una bikini azul.

Si, a veces nos tratamos de usted. Los días siguientes a esa charla, él andaba con la frente en alto haciendo amenazas con la chica imaginaria. “Si no me tras un vaso de gaseosa, me voy con la chica del bikini azul”, “La chica del bikini azul me dejaría dormir hasta tarde” y demás.

Espero que el pobre ángel sepa que era un chiste. No tiene ninguna chica de bikini azul que guste de él.
Solo tiene una novia pervertida que se aburre bronceándose.
Se aceptan Nintendo DS de regalo o mejor oferta.

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