miércoles, 15 de diciembre de 2010

Presente

Hoy, 15 de diciembre, es el día del trabajador camionero. Curiosamente, con mi familia tenemos una empresa de transporte. Irónicamente, también es mi cumpleaños.
Afortunadamente, todos los choferes están de viaje. Sería un poco incomodo saludarlos con un “Feliz día” y recibir un “Igualmente” a cambio.

Estos días, estuve bastante ocupada. A fines del mes pasado mi primo tuvo un accidente con la moto. Pasó de estar con la cadera, tibia y peroné quebrados, a no acordarse nada del accidente ni de la moto (Juro que no me voy a reír mas del padre de Candela), a escupir sangre y finalmente, a estar en su casa recuperándose bien, usando muletas y sin yeso. ¡Y todo en menos de un mes!

En fin, seguramente este fin de semana me vaya de vacaciones a Costa del Este. Muy lindo lugar, tan chiquito que no figura en el mapa. Desde que tengo memoria, siempre vacacionamos ahí.
Recuerdo que cuando tenía alrededor de 8 años, y decía en la escuela que mis vacaciones las iba a pasar en Costa del Este, todos mis compañeros me decían frases como “Qué bueno que tengas tanta plata y puedas irte allá” o “Uh, si te cruzas algún famoso sácale una foto” y la más llamativa: “Que genial que puedas salir del país”.
Tanto mis compañeros como la maestra, creían que Costa del Este era alguna playa o barrio de Punta del Este, en Uruguay. Lamento decepcionarlos, pero no. Costa del Este está sobre la Ruta 11 km 333, pasando Mar del tuyu pero antes de llegar a San Bernardo ¿Ubican?.

Si tengo suerte y consigo hacerme un lugarcito de tiempo, voy a tratar de postear mi linda odisea de renovar el registro que conducir y alguna cosita más.

Hasta la próxima.
Y no se olviden de usar casco.
En la cabeza.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Say no more

A principios de mes, fuimos con P (mi tía) a una fábrica a comprar un puesto de trabajo en L para la oficina y unas sillas.
Por algún motivo que no terminamos de entender, los escritorios que se utilizaran para PC no se hacen de más de 1.20 de largo y por la disposición de muebles de la oficina lo necesitábamos más grande. Nos ofrecieron cambiar la bandeja del teclado. Pasarla al otro escritorio (o como lo llamaron ellos “pasarla al brazo largo de la L”) y aceptamos.
Como somos muchas personas en la oficina, cada decisión que tomábamos debíamos llamar y consultarla con todos. Desde el cambio de bandeja, hasta los colores o el tapizado de la silla. El celular de P sonaba cada 2 minutos para preguntar alguna cosa nueva o hacer algún cambio.

Cuando terminábamos, la vendedora que nos acompaño por todo el local recitando precios sin muchos ánimos, nos informo que en 15 días tendríamos todo listo. P le hizo saber que creía que era mucho tiempo y unos segundos después sonó su celular. Contesto y se alejo del mostrador para hablar tranquila. Mientras miraba los colores de tapiz para las sillas, la vendedora entablo conversación:

Ella: ¿Es tu jefa? (Mirando a P a lo lejos)
Yo: No. Es mi tía.
Ella: Ah.
(Unos segundos después)
Ella: Pero trabajan juntas.
Yo: Si.

No era una pregunta, pero igual sentí la necesidad de contestarle. Se rio unos segundos, puso cara de ‘ya entendí todo’ y no volvió a hablar hasta que P volvió.

Y sí, hay algunas cosas tan obvias a simple vista que no necesitan explicación.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Pensamientos


¿No eras vos la que afirmaba que ir a 80 km/h cuando la máxima  marca 130 Km/h es un desperdicio?
Si, pero cuando tengo mucho sueño me pega un debuff que aumenta mi “miedo a pegarme un palo” en 375 puntos.
¿El sueño también te hace delirar?
No, eso de nacimiento.

miércoles, 20 de octubre de 2010

La chica del clima 2


Ellos dicen: “Inestable”.
Quieren decir: “No tenemos ni idea de cómo va a estar mañana, las posibilidades de que llueva, nieve o truene están 50-50 y somos medio cagones asique no nos animamos a arriesgarnos por un pronóstico por miedo a que nos salga el tiro por la culata y la gente nos termine linchando con antorchas y tridentes a la hora de la salida en la puerta del canal”.

martes, 19 de octubre de 2010

Color esperanza

Esta semana, luego de largas charlas y discusiones familiares, comenzamos a pintar la oficina.
Una de las tantas problemáticas que surgieron fueron los colores. Gracias a nuestro piso cerámico de color amarillo con manchas naranjas, tuvimos que limitarnos a esos colores.

Llegue un día por la mañana y las 5 latas estaban sobre una mesa junto a una cartilla de colores que nos prestaron en la pinturería. Probamos los colores en una pared y no resultaban demasiado convincentes. Yo creo que los mejores colores para una oficina son los azules, celestes o grises. Y ahí tenía 5 tonos de naranjas (color “piel”) uno más extraño que el otro. Todos acordamos en cambiar 1 color, tratar de oscurecerlo hasta que quede marrón chocolate ya que comprar otra lata nueva era un desperdicio.

Fui yo hasta la pinturería, con la lata de 4 litros de color piel a intentar convertirlo en marrón chocolate. Después de mucha charla y chamullo por parte del vendedor, le dije que lo oscurezca lo más posible. Se fue, le agrego negro con una maquina, volvió e hizo una prueba en un papel para que vea el cambio. Unas 3 o 4 veces repitió la operación. Cerca de una hora estuve esperándolo.
Cuando ya no podía seguir agregándole más colorante, me mostro la prueba final: Cartón. Era un marrón muy raro, feo. “Lo llevo y lo pruebo en la pared” dije no muy convencida.
Mientras el vendedor iba a buscar su formulario para facturar, una señora de 70+ se me acerco, miro la prueba de color en el papel y me dijo “¡Ay! ¡Qué hermosos colores para una habitación!”. Me vi obligada a poner mi mejor cara de boluda y decir lo primero que se me ocurra: “…Es para una oficina”. Pareció deprimirse pero se recupero rápido “Bueno, igual, ¡Son divinos!”. Sonreí y mire hacia otro lado, antes de que dijera nada mas.

Esto fue hace 2 días y aun no probé el color en la pared. Tengo miedo de abrir la lata y recordar cuan horripilante era el color. Tan feo es, que no tiene ni nombre ni número para identificarlo en la cartilla.

Si queremos lata nueva, tenemos que hacer buena letra con el Jefe.
No perdamos las esperanzas.

jueves, 14 de octubre de 2010

La chica del clima

Hace un tiempo me propuse cambiar las persianas de mi departamento. Llame, pedí presupuestos, señé y los persianeros quedaron en llamarme cuando las tuvieran listas.
El martes pasado me llamaron y surgió la conversación:

Persianero: ¿Podríamos pasar el jueves?
Yo: Si, por mi no hay problema pero creo que va a llover. No sé si se te complica trabajar con la lluvia.
P: No creo que llueva, pero igualmente no me complica en nada, nos las ingeniamos.

Hoy, mientras les abría la puerta y entraban las cosas me dijeron “Al final, tenías razón, está lloviendo… capaz te llame cuando se acerque un fin de semana largo para preguntarte sobre el clima”
No quise arruinar el momento diciéndole que en todos los noticieros estuvieron anunciando desde el domingo pasado que este jueves iba a llover.

Y después hay gente por ahí diciendo que la televisión no sirve para nada.

lunes, 4 de octubre de 2010

Pequeños grandes cambios

Cuando tenía 14 años, empecé el año escolar en un nuevo colegio. Recuerdo que no quería cambiarme, quería quedarme en mi viejo colegio con mis amigas. Aun así, mi madre me cambio.

Pase de un colegio de clase media-baja a otro de clase media-alta. Todos mis compañeros me advirtieron que era el típico colegio de “Chetos” y que, quizás, iba a recibir mucho rechazo por mi lugar de procedencia.
Como pude, me adapte. Encontré un grupo de chicas con quien charlar y descubrí lo obvio: el nivel de educación era muy superior. Y los estereotipos eran muy distintos también: Si en mi viejo colegio te sacabas un solo 10, ganabas el título de “Traga” (Mi caso), si tenias alguna acción cortes con algún/a profesor/a te llamaban “Chupamedias” sin pensarlo dos veces. En el nuevo colegio, la chica más popular tenía 10 en cada una de las materias y era la alumna favorita de cada profesor, y el titulo de “Traga” o “Chupamedias” se lo dejaban a los que, eran invisibles ante los demás (Presente!).

Al terminar mi primer año allí, mis amigas (del viejo colegio, las únicas 4 que tenía) organizaron una cena y me invitaron. El tan esperado día, nos pusimos al tanto de las últimas novedades durante la cena. Ellas me contaron que Yanel (Una chica que se había ganado fama de roba-novios) estaba cambiando, ya no se interesaba por sacarle el novio a nadie después de una broma que le hicieron.
Casi les suplique, mientras comíamos helado, que me contaran cual fue la broma.
La anécdota es más o menos así:
A una de ellas (la dueña de la casa donde estábamos) le gustaba un chico, pero aun no había pasado nada. Yanel se entero e intento conquistarlo. Y sí, lo consiguió una tarde justo a 2 metros de la casa de esta chica (con intenciones de que ella los vea y se ponga mal pero por suerte no estaba en la casa). La madre de la chica (sabiendo todo) se quedo observando por la ventana hasta que el chico se fue y Yanel quedó sola. Fue entonces cuando salió a la vereda con cara de horror y le dijo “Hola Yanel… disculpa que me meta pero… ¿vos te lo tranzaste al pibe ese? Porque todo el barrio sabe que él tiene SIDA. Yo que vos, me voy volando a la guardia del hospital” Luego de escuchar esas palabras Yanel se puso muy nerviosa y se fue lagrimeando aparentemente a su casa.
Todos en la mesa, dejaron de comer helado unos momentos para estallar de risa. Los abuelos de la chica, la madre, el novio de la madre, el primo, ella y las otras tres chicas. Todos reían, mientras me limitaba a sonreír débilmente y aguardar por el chiste.
Una de las chicas notó mi cara rara y me dijo “No te asustes, mira que después le aclaramos que era joda”. Ok, genial, el chiste ya pasó y yo me lo perdí. Tomé valor y les aclare que no entendía bien la anécdota. “¡Ay Manzana! ¡Ella se lo tranzo y le hicimos creer que tenía SIDA! ¿Que no entendés?”

Tuve que hacer un esfuerzo sobrenatural para ocultar mi cara de horror, reírme falsamente y poder decirles “Ah, sí, jajá, se la re creyó”.
Todos los allí presentes, desde los abuelos de 70 y tantos hasta el primito de 9 años, creían firmemente que el VIH/SIDA se transmitía con solo besar.

Díganme traga, chupamedias, nerd. Aquella noche yo tenía una solo cosa que decir:
Gracias mamá por cambiarme de colegio.

viernes, 17 de septiembre de 2010

My name is

Pobre nene, un poco de razón tiene.
Lo rodea un montón de extraños y le preguntan el nombre. Él se pone nervioso, no le gusta su nombre y tampoco puede pronunciarlo a su corta edad.

Yo también hubiera respondido “Nico”, en lugar de Denilson.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cierra sola

Durante la tarde, en el trabajo, me acerque a la cocina para servirme jugo.
Tengo la costumbre de dejar que la puerta de la heladera se cierre sola, en mi casa lo hace. Noté que esa heladera no lo hacía, al contrario, si la dejaba un poquito abierta se movía hasta abrirse por completo y golpear la pared.

Salí de la cocina con el vaso de jugo en la mano y me pare frente al escritorio de M.

Yo: Hay que regularle las patitas de adelante a la heladera.
M: Eh?
Yo: Las patitas de la heladera. Hay que regularlas para que las de adelante queden un poquito mas altas.
M:*Sin entender aún* Ah… ¿para?
Yo: Así la puerta se cierra sola cuando la soltás.
M:*Me mira muy raro*
Yo: Para que no quede abierta por error. Además, si pones frutas o botellas acostadas en los estantes evitas que rueden hacia afuera.
M: …
P (Madre de M, mi tía): Sí, sí! Tenés razón. La de casa también la tenemos así, es genial. Ni bien tengamos tiempo lo hacemos!
Yo: Viste!
M: …
Yo: ¿Qué?
M: Ustedes dos… tienen muchos problemas.

Después de unos segundos de silencio, nos reímos las tres y fuimos cada una a su respectivo escritorio a seguir trabajando.

Algún día, muy lejano quizá, cuando valla a vivir sola, nos va a entender.
Espero que sea antes de que nos demos cuenta que tiene razón.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Un verano en pantalones

Nunca vi esa película. La pasan religiosamente día por medio en HBO, pero jamás me detuve a mirarla.

Ayer, mientras almorzaba en el trabajo con M (mi prima menor), surgió el tema de la vestimenta laboral. Mientras movía los brazos tratando de acomodarme el sweater dije “Ya quiero que venga el calor, no aguanto más estar con tanto ropa superpuesta”. M abrió los ojos sorprendida mientras negaba con la cabeza. Se tomo su tiempo para explicarme que habían ciertas cosas que el jefe (mi tío/su padre) no nos permitía vestir por el simple hecho de ser mujeres jóvenes de su familia y estar rodeadas de mecánicos, choferes, etc.

Ok, tengo una linda lista de las cosas que NO puedo usar en verano cuando hagan 40º:
-Musculosas
-Ojotas
-Shorts
-Vestidos por encima de la rodilla
-Polleras/Faldas en general

Casi nunca use pollera, ni en la escuela, ni en la playa, ni en la ciudad. Tengo tres, dos de jean y una de algodón que me llega a la rodilla y están mejor que nuevas. Las tengo porque hay ciertas ocasiones donde quizás las use… siempre y cuando los que me vean sean solo conocidos. Pero el resto del tiempo no las uso, me siento desprotegida, siento que cualquiera puede pegar un tironcito y dejarme en bolas en la calle… me siento puta usando pollera.

Aun así, no las usaba porque no quería, era mi elección. Ahora estoy obligada a no usarlas. Si hacen 40º, y me estoy desmayando del calor, tengo que usar un pantalón y aguantármela.
Eso, o aprender a usar vestidos largos.

Eso.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Pésima optimista

Este es el primer post usando MI conexión a internet.
De ese tema, solo me queda llamar el lunes para pedir que en sus sistemas vuelva a figurar como cliente “Trio”.

Hoy me tome un día libre del trabajo para que pudiera venir un maestro mayor de obras y su ayudante a tapar el hueco del techo en el baño de visitas y colocar una membrana por fuera para evitar el ingreso del agua.

Al terminar me hizo una pequeña acotación: Mientras no llueva muy heavy, agua no te va a entrar.
Bueno, al menos es realista.
Yo creo que la gente realista, es como un optimista y pesimista combinados. Te dicen dos cosas en una para que elijas de qué forma te lo querés tomar.
Casi me obligué a adoptar la posición de optimista y dije “Ah, bien” mientas pensaba que esa lluvia heavy iba a tener lugar en un día muy muy lejano.

Unos minutos después de que se fueron, enciendo la tv y lo primero que veo es el noticiero anunciando lluvias para mañana y todo el fin de semana.

Más tarde, me golpee la mano izquierda contra el respaldo de una silla y termine escribiendo todo un post solo con la derecha.

Yo le pongo garra y trato de pensar en positivo…
¡Pero denme una mano, che!

lunes, 6 de septiembre de 2010

WASD

Hoy me llamaron mis amigos de telefónica.

Si todo sale bien, el miércoles tengo teléfono e internet en casa.
Voy a anotarme en un Post-It las facturas que tengo que reclamar y tener a mano las grabaciones de todos los llamados al 0-800.

También voy a ir sacando el polvo de las letras W, A, S y D.

viernes, 27 de agosto de 2010

Medialunas A

Al tener una empresa familiar, desde chica tomé la costumbre de pedir “Factura A” cada vez que compro algo para que luego nos reembolsen (¿?) el IVA.

Jamás voy a olvidar un domingo en el Mc Donalds del Unicenter Shopping. Éramos 5 incluyéndome, asique el total del pedido sobrepasaba los $100. Aproveché y pedí que me hicieran Factura A casi al mismo tiempo que les extendía una hoja A4 con todos los datos necesarios de la empresa (Comprobante de Inscripción).
La cajera me observo unos segundos, luego extendió el brazo y señalo con su dedo índice el mostrador donde estaban las medialunas mientras decía “Estas son las únicas que me quedaron”

No sabía si reírme o llorar.
Intente explicarle mejor, me dijo “Sí” a todo pero al final el ticket seguía diciendo “Consumidor Final”. Y ante las caras largas de las otras 4 personas, desistí y me fui sin mi Factura A.

Nunca más pase por ahí. Tengo el Abasto Shopping más cerca ahora.
Si algún día se me ocurre volver… me van a escuchar!

lunes, 23 de agosto de 2010

¿Heladería? Mandame una pizza

Justo frente a mi edificio tengo una pizzería. Las primeras noches que dormimos acá con C, pedíamos comida ahí y cruzábamos a buscarla ya que no teníamos timbre.

A mi parecer, la comida ahí es rica, el problema es que no saben administrar bien el tiempo. Siempre nos decían “Venite en 15 que está listo tu pedido” y, solo por si acaso, íbamos a los 20 minutos. Aun así, teníamos que esperarlo otros 15 minutos porque, al parecer, recién lo acababan de poner en el horno.

A la segunda semana de mudarnos, hicimos instalar el portero eléctrico. Pedimos helado en Freddo para festejar (¿?) y creímos que era el fin de los problemas con el tiempo de la pizzería.

¡Qué equivocados estábamos! Bueno, no tanto. Ya no hay más problemas te tiempo, ahora los hay de temperatura. Pedimos empanadas y nos afirmaron que en 25-30 minutos las traían (me resulta incomodo usar el verbo “traer” cuando me estoy refiriendo solo a cruzar la calle).
Cumplieron con el tiempo, a los 27 minutos sonó el timbre y nos entregaron el paquetito con 8 empanadas. 8 empanadas frías. No frías como recién sacadas de la heladera, sino frías como si, después de cocinarlas, se le hubieran enfriado en el camino. ¿Cuál camino? ¿Los 10 pasos que tiene que dar para cruzar la calle? Lo dejamos pasar creyendo que fue cosas de una vez.

El sábado pasado, invitamos al hermano de C y un amigo a comer en casa y mirar una película (Rec 2). Y sí, pedimos 2 pizzas grandes ahí, justo enfrente. “En 20 minutos como máximo te las alcanzamos” le dijeron a C. Llegaron en 15 minutos y… ¡estaban FRIAS!. Yo te acepto que las hayas hecho por separado y una de las pizzas se enfrió mientras se cocinaba la otra pero, estaban frías las dos.

Después de una charla con los chicos, y de mucho meditar con la almohada llegué a una conclusión:

El muchacho del delivery sabe que la cantidad de propina que recibe es directamente proporcional a la distancia que haya recorrido en moto o bicicleta.

Y acá viene caminando.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Simple Sentido

Todavía me resulta extraño saber que tuvieron que repetirme dos veces un nombre para encontrarle el doble sentido.

Ayer, mientras cenábamos con C, mirábamos los últimos capítulos de Botineras. Uno de los personajes dijo su dialogo: "Te llamaron de la 'Funeraria Palmar', dijeron que está listo el cajón que encargaste".
Unos segundos después, C se levanto a buscar otra botella de gaseosa mientras me dijo "Mas humor negro no querían poner, no?"
Recién entonces comprendí que la Funeraria Palmar estaba muy lejos de referirse a una palmera o la palma de la mano.

Necesito releer el diccionario.

viernes, 13 de agosto de 2010

Buenos Vecinos

Hace casi dos meses que Telefónica me viene boludeando con la mudanza del plan “Trío”. Los únicos que cumplieron en tiempo y forma fueron los de DirecTv.

Mi vecino/a tiene su red inalámbrica como publica y gracias a el/ella puedo usar internet al menos un par de horas desde la comodidad de mi sillón.

ESOS son buenos vecinos.
(O gente tonta, depende con que ojos se lo mire...).

jueves, 12 de agosto de 2010

Beyond

Hace poco más de un mes me mudé a un departamento que estuvimos arreglando con C desde diciembre de 2008.
Los albañiles tuvieron que reparar la mayoría de las paredes porque tenían una cantidad importante de humedad. Las conexiones de gas, agua y electricidad tuvieron que hacerse desde cero y hasta convertimos un cuarto que cumplía la función de "patio interno" en un segundo baño.

Tuvimos muchas controversias con ese patio/baño. El techo, que tiene más de 50 años, es de fibra plegable. En pocas palabras... esta hecho mierda. Sin embargo, no lo podíamos sacar a menos que fuera para poner otro igual. Decidimos hacer un techo interno de unos cinco centímetros de espesor, que simulara ser el cielorraso del baño, y dejar el plegable tal como está ya que, desde adentro, no lo íbamos a ver.

A mis queridos albañiles se les ocurrió dejarme en el techo interno un hueco de 40cm x 40cm a la altura de la palanquita que abre y cierra el techo plegable. "Para que puedas meter la mano y abrir el otro techo si necesitas". ¿Abrir el techo de arriba? ¿Yo? ¿Para qué voy a querer abrir un techo viejo que se parte con el más mínimo movimiento? ¿Para qué voy a querer abrir el techo de un baño? Quizás ellos sean lo suficientemente exhibicionistas para dejar que sus vecinos los vean marcando el territorio atrás de un árbol cual perro callejero, pero yo no y estoy segura que C tampoco. Estamos en un primer piso y mis vecinos, del segundo al séptimo piso, no tienen porque enterarse que color de ropa interior usamos C y yo. Asique no, no quiero abrir el techo y por consiguiente no quiero el hueco.
Que sí, que no, que sí, que no.
Después de mucho discutir llegamos a un acuerdo. Dejarían el hueco con la condición de colocar una membrana en el techo plegadizo y me conseguirían una "tapa" que encajara perfectamente en la medida. ¡Y yo les creí!

Me sentí como una rubia ingenua del "bailando" cuando terminaron la obra y JAMAS obtuve esa "tapa". No soy rubia, tampoco ingenua pero ese día me sentí así. Tonta.

Hoy en día, casi un año después de eso, sigo con mi hueco de 40cm x 40cm en el techo interno de mi baño.
Uno de los argumentos que les di para que no lo hicieran fue la lluvia. Estaba más que segura que cuando lloviera el agua iba a entrar a borbotones por ese hueco.
Y si, cada vez que llueve tengo una imitación barata de las cataratas del Iguazú saliendo de ahí.
Como colocaron una membrana en el techo plegadizo, era imposible que estuviera entrando tanta cantidad de agua y me vi forzada a hacer algo muy pero muy feo... meter la cabeza en el hueco para ver de dónde venía el agua.
...

Tengo pesadillas con ese momento todas las noches.
Es un mundo completo ahí adentro, una linda cámara de tortura.
Como bien dice el titulo, es "mas alla".
Una boca de lobo. Ahí dentro es más peligroso que caminar a las 4am por *Inserte su lugar más peligroso aquí*
Encontré la llave que pertenece a la puerta del baño... y lo mantengo con llave las veinticuatro horas del día en caso de que aparezca un zombi o algo peor por ese hueco.
Prometo arreglarlo lo antes posible.

Y también debería prometer que no todos los post van a ser tan largos como este.
Quizás la próxima vez.

miércoles, 11 de agosto de 2010

1, 2, 3... probando.

Por esas casualidades de la vida, se me ocurrio abrir un blog personal.
Tuve uno a los 13 años y me resultaba interesante escribir lo que sentia y pensaba con total libertad.

No estoy segura de que palabras son las adecuadas para un primer post. ¿Debería presentarme y ser un libro abierto o dejar que me conozcan de a poco?

Como sea, soy Manzana.
¿Por qué Manzana?
En "honor" al nombre de mi personaje en un servidor privado de World of Warcraft (WoW).
Tengo 21. Convivo con Chocolate (Choco, C) y una shar pei de 2 años llamada Hopy.
Amo diseñar y odio a Tinelli (¿?).

En fin, no creo que mucha gente lea esto pero, si hay alguien ahí...
Bienvenido/a sea a volver a pasar por acá.